Las profecías mayas nos alertaron sobre el cambio de dicha era. Recordemos que las llamadas profecías son los registros que nos legaron los Mayas bajo una visión en forma de advertencias, para corregir. El "códice Dresden", es un códice astronómico maya donde se predicen exactamente todos los eclipses de esta ultima etapa o era. En dicho códice que anuncia el eclipse del de julio 11 de 1991 aparece una figura que representa a la muerte o a lel espacio de quietud, la transición, "la muerte que se sienta en una silla de huesos humanos"...y de acuerdo a las interpretaciones dice: "Ay de la tierra.... El fin de los caballeros jaguar, el principio de una nueva era que sería estructurada sobre las cenizas de la anterior… Y será la época de la reunión con los señores de las estrellas”. Resulta que en los escritos sagrados de los mayas ya nos advertían de lo catastrófico que resultaría para el planeta nuestro comportamiento así como el comportamiento anómalo de nuestro sol siendo afectado este a su vez por el Sol central de la galaxia al que llamaban Hunab Ku , de acuerdo a sus registros o profecías el sol emitiría inmensas llamaradas y por consecuencia la tierra comenzaría a padecer de terremotos, erupciones, huracanes y otros eventos que afectarían su interior y exterior. Los mayas eran expertos en el estudio de los ciclos del tiempo y la astronomía, y prestaron su mayor atención sobre la actividad solar. Fueron denominados “los medidores del tiempo”, ellos dataron el final de ciclo el entre el 21 y 22 Diciembre del 2012, 5.125 años después de iniciarse la era del «Quinto Sol».
RADIACIONES SOLARES
En estos momentos considerando la visión de los mayas actuales en Mexico, el mes diciembre de 2012 constituye un punto muy importante en la historia de la humanidad, ya que el tiempo es una variable que influye grandemente sobre la vida del planeta y cuanto existe en él. En ningún momento el pueblo Maya teme la llegada de esta fecha; por el contrario: los Ancianos Mayas esperan pacientemente el cambio de conciencia la común unión y la evolución que con ello vendrá. Nosotros los humanos de este sagrado planeta no existimos por casualidad o por obra del azar, somos parte de un gran plan para desempeñar una misión en esta parte del universo. El mundo que conocemos y donde nos desarrollamos no está totalmente terminado en su creación y su perfeccionamiento, esta criatura humana tiene una función que desempeñar en el mundo y su conservación, la vida del planeta tierra depende del ser humano y de lo que haga en su existencia. Aun podemos hacer algo por nuestra gran casa, nuestra madre Tierra, cambiando nuestra actitud he importancia personal, equilibrando los sentidos para sincronizarlos con la Tonantzin Tlalli y dirigirnos hacia un amanecer, un nuevo día, un despertar.
DON LAURO DE LA CRUZ, ABUELO MAYA CHIAPAS,MEXICO
